"Desmontando Mitos: El Verdadero Impacto de los Inmigrantes en la Economía Estadounidense"

 


"Desmontando Mitos: El Verdadero Impacto de los Inmigrantes en la Economía Estadounidense"


Durante la campaña de 2024, se ha repetido y ampliado varias declaraciones anteriores sobre inmigración, algunas de las cuales han sido criticadas como engañosas o exageradas. Entre las más relevantes están:

 

1.      Invasión en la frontera sur:

es una afirmación que ha sido repetida por Donald Trump durante su campaña de 2024. Sin embargo, los datos muestran una realidad más compleja que la sugerida por la palabra "invasión". A continuación, se proporcionan cifras y estadísticas que ayudan a contextualizar la situación migratoria en la frontera sur de los Estados Unidos:

  • Detenciones en la frontera sur: Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el año fiscal 2022 registró alrededor de 2.3 millones de encuentros en la frontera sur. Esta cifra es alta en comparación con años anteriores, pero debe ser entendida en un contexto más amplio. Muchos de estos encuentros no representan nuevos ingresos, ya que un número significativo corresponde a personas que han sido deportadas previamente y están intentando reingresar al país, algo que ha sido facilitado por el uso del Título 42 (una medida de salud pública utilizada durante la pandemia de COVID-19 para expulsar rápidamente a migrantes). Esto significa que casi el 25% de los encuentros fueron de individuos que ya habían sido expulsados al menos una vez.
  • Diversidad de países de origen: Aunque Trump tiende a concentrar su retórica en México, la realidad es que los migrantes provienen de una amplia gama de países. En los últimos años, ha habido un aumento notable en los migrantes de países centroamericanos como Honduras, Guatemala y El Salvador, pero también ha habido un incremento significativo de personas provenientes de Venezuela, Cuba y Haití. Este cambio demuestra que las dinámicas migratorias están impulsadas por crisis políticas, económicas y humanitarias en diversas regiones, no solo en México.
  • Cruces ilegales y puntos de entrada legales: A pesar del aumento en los encuentros en la frontera, la mayoría de las drogas, como el fentanilo, que Trump asocia con inmigrantes indocumentados, entran a través de puertos de entrada legales y no por cruces fronterizos ilegales. Según el Servicio de Investigación del Congreso de EE. UU., el 90% del fentanilo incautado en la frontera durante 2021 fue interceptado en estos puntos de entrada, y no en las áreas donde los migrantes suelen cruzar ilegalmente.
  • Migración como porcentaje de la población de EE. UU.: Aunque 2.3 millones de encuentros en la frontera pueden parecer alarmantes, es importante poner esa cifra en contexto. Estados Unidos tiene una población de más de 330 millones de personas, por lo que el número de migrantes detenidos representa solo una pequeña fracción del total. Además, no todos los encuentros resultan en migrantes que logran quedarse en el país; muchos son deportados o expulsados rápidamente.
  • Cambios en las políticas migratorias: Las políticas de la administración Biden han sido diferentes de las de Trump, pero siguen existiendo controles fronterizos. Por ejemplo, la eliminación del Título 42 en mayo de 2023 se reemplazó por medidas adicionales de asilo y control migratorio. En el año fiscal 2023, hubo 1.7 millones de detenciones en la frontera, una disminución respecto al año anterior, lo que sugiere que las políticas más recientes han tenido un impacto en la reducción del flujo migratorio.

Aunque ha habido un aumento en el número de personas que intentan cruzar la frontera, la descripción de una "invasión" no refleja con precisión los datos. La mayoría de los migrantes no representan una amenaza de seguridad y muchos de ellos están huyendo de condiciones difíciles en sus países de origen. Además, los cruces ilegales no son el principal método de tráfico de drogas en los Estados Unidos, y las políticas actuales siguen restringiendo y regulando la entrada al país.

 

2.      Inmigrantes vinculados al aumento de crímenes:

El punto sobre el aumento de la criminalidad vinculado a los inmigrantes, particularmente los indocumentados, es una afirmación recurrente en las campañas de Donald Trump, incluida la campaña de 2024. Trump ha sugerido que los inmigrantes indocumentados, al ingresar al país, están aumentando los niveles de criminalidad en las ciudades estadounidenses. Sin embargo, los datos y estudios empíricos sobre la relación entre inmigración y criminalidad no respaldan esta afirmación. A continuación se desarrollan las estadísticas clave que desmienten este mito:

o   Estudios sobre criminalidad e inmigración

Numerosos estudios muestran que los inmigrantes, tanto documentados como indocumentados, cometen delitos a tasas más bajas que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. Un estudio clave de la National Academy of Sciences (NAS) en 2015 concluyó que los inmigrantes son menos propensos a cometer delitos que las personas nacidas en los Estados Unidos.

 

o   Datos de arrestos y encarcelamientos

Un análisis de el Centro Cato, un think tank de investigación, revela que, en Texas en 2019, los inmigrantes indocumentados representaban solo el 5.9% de las condenas por homicidio, a pesar de constituir un porcentaje mayor de la población. Además, los datos mostraron que los inmigrantes indocumentados tenían una tasa de criminalidad un 50% menor que los ciudadanos nativos en varios delitos graves, incluyendo homicidio, asalto y robo.

Inmigrantes documentados: Tienen una tasa de encarcelamiento de 0.35%, significativamente menor que la de ciudadanos nacidos en los EE. UU. (1.53%).

Inmigrantes indocumentados: Tienen una tasa de encarcelamiento de 0.50%, aún por debajo de la tasa de ciudadanos nativos.

o   Estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison

Otro estudio, publicado en 2018 por la Universidad de Wisconsin-Madison, examinó la relación entre inmigración y crimen en más de 200 ciudades de EE. UU. entre 1970 y 2010. Los investigadores encontraron que las ciudades con más inmigrantes tendían a tener menores tasas de delincuencia, incluyendo crímenes violentos como el homicidio. El estudio concluyó que un aumento en la población inmigrante en una ciudad estaba asociado con una disminución de los crímenes violentos y los crímenes contra la propiedad.

o   Informe del FBI sobre delitos violentos

Los datos del FBI tampoco respaldan la idea de un aumento de criminalidad debido a inmigrantes indocumentados. Las ciudades que históricamente han tenido grandes poblaciones inmigrantes, como Los Ángeles, Nueva York y Chicago, han experimentado disminuciones en las tasas de criminalidad en las últimas décadas, a pesar de un crecimiento en sus poblaciones inmigrantes.

Por ejemplo, entre 1990 y 2019, la tasa de homicidios en Los Ángeles disminuyó en más del 50%, mientras que la población inmigrante en la ciudad aumentó significativamente.

o   Estudio de la American Immigration Council

En un estudio de 2020, la American Immigration Council analizó la relación entre inmigración y crimen en todos los estados de EE. UU. durante un período de 40 años. El estudio encontró que, en promedio, un aumento del 1% en la población inmigrante estaba asociado con una disminución del 0.5% en los delitos violentos y del 0.7% en los delitos contra la propiedad.

 

o   Condados con "santuarios"

Algunos críticos han argumentado que las jurisdicciones que se niegan a cooperar plenamente con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), conocidas como "ciudades santuario", son más propensas a la delincuencia. Sin embargo, un estudio de 2017 de la Universidad de California, Riverside, concluyó que no hay evidencia de que las ciudades santuario experimenten más crimen que otras ciudades. De hecho, los datos sugieren que estas ciudades pueden tener tasas de criminalidad más bajas que las ciudades que no son santuarios.

 

o   Reincidencia en la frontera

En relación con los inmigrantes que cruzan la frontera de manera indocumentada, Trump ha argumentado que muchos de ellos son reincidentes en actividades criminales. Sin embargo, los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) muestran una tendencia distinta. En 2021, por ejemplo, de las personas que fueron detenidas en la frontera, solo el 27% eran reincidentes, lo que significa que la mayoría de los migrantes eran personas que intentaban cruzar por primera vez y no criminales reincidentes. Además, muchos de los casos de reincidencia se deben a expulsiones rápidas bajo el Título 42, lo que ha generado intentos repetidos de cruzar la frontera, pero no son necesariamente indicativos de una propensión al crimen.

 

o   Contribuciones económicas de los inmigrantes

Más allá de los mitos sobre criminalidad, es importante también considerar las contribuciones de los inmigrantes a la economía y la seguridad social de EE. UU. De acuerdo con el Instituto de Política Migratoria (MPI), los inmigrantes indocumentados contribuyen aproximadamente 12 mil millones de dólares anuales en impuestos estatales y locales. Además, un informe de 2016 del Instituto de Impuestos y Política Económica encontró que los inmigrantes indocumentados pagaban más del 8% de sus ingresos en impuestos, una proporción mayor que muchos estadounidenses con altos ingresos.

o   Impacto de la narrativa sobre el crimen y la inmigración

La narrativa de Trump sobre los inmigrantes y el crimen ha tenido un impacto significativo en el debate público y en las percepciones de la población sobre la inmigración. Según una encuesta de Pew Research Center en 2018, casi la mitad de los votantes republicanos creían que los inmigrantes aumentaban los niveles de crimen en el país, a pesar de la evidencia en contra de esa afirmación. Esta percepción errónea ha sido alimentada por una retórica política que, como se ha demostrado, no está respaldada por los datos.

 

3.      La promesa de terminar con el "nacimiento por derecho

La promesa de Donald Trump de terminar con la ciudadanía por derecho de nacimiento ("ius soli") es una de sus propuestas más polémicas y ha resurgido en su campaña de 2024. Trump ha afirmado que, si es reelegido, emitirá una orden ejecutiva para poner fin a la práctica de otorgar ciudadanía a cualquier persona nacida en suelo estadounidense, independientemente del estatus migratorio de sus padres. Sin embargo, esta promesa enfrenta desafíos constitucionales y legales significativos.

1. La ciudadanía por derecho de nacimiento y la 14ª Enmienda

La ciudadanía por derecho de nacimiento está consagrada en la 14ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que fue ratificada en 1868. Esta enmienda establece claramente que "todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos". Esto ha sido interpretado durante más de 150 años como una garantía de ciudadanía para cualquier persona nacida en suelo estadounidense, sin importar el estatus migratorio de sus padres.

  • Casos clave: La Corte Suprema de los Estados Unidos ha reafirmado este principio en varios casos, siendo uno de los más destacados United States v. Wong Kim Ark (1898), en el que el tribunal determinó que los hijos de ciudadanos extranjeros nacidos en Estados Unidos son ciudadanos estadounidenses.

2. Implicaciones legales de terminar con el ius soli

Terminar con la ciudadanía por derecho de nacimiento no sería tan sencillo como emitir una orden ejecutiva. Dado que la 14ª Enmienda es una disposición constitucional, cambiar esta práctica requeriría una enmienda constitucional, un proceso que implica la aprobación de dos tercios de ambas cámaras del Congreso y la ratificación por tres cuartas partes de los estados, un obstáculo extremadamente difícil de superar.

Además, si Trump intentara emitir una orden ejecutiva para eliminar el jus soli, es casi seguro que sería inmediatamente desafiada en los tribunales, donde los precedentes judiciales y la jurisprudencia de la Corte Suprema harían muy probable que dicha orden sea anulada por ser inconstitucional.

3. Datos y estimaciones sobre el ius soli

En la práctica, la ciudadanía por derecho de nacimiento ha tenido un impacto en las familias inmigrantes, pero es importante señalar que no es un fenómeno masivo como a veces se sugiere en el discurso político. Un estudio del Pew Research Center estimó que, en 2015, aproximadamente 275,000 niños nacieron en EE. UU. de al menos un padre indocumentado, lo que representaba alrededor del 7% de todos los nacimientos en el país ese año. Aunque este número no es insignificante, no justifica las afirmaciones exageradas de que el ius soli está siendo explotado de manera generalizada.

4. El impacto económico y social del ius soli

Terminar con la ciudadanía por derecho de nacimiento podría tener implicaciones económicas y sociales graves. Al negarle la ciudadanía a niños nacidos en Estados Unidos de padres indocumentados, estos menores podrían quedar en un limbo legal, sin derechos claros ni acceso a servicios públicos. Esto podría crear una población apátrida dentro de los EE. UU., lo que a su vez podría aumentar la pobreza y el acceso limitado a educación y atención médica.

Además, desde el punto de vista económico, estudios muestran que los ciudadanos nacidos de inmigrantes contribuyen significativamente al crecimiento económico. Según un informe del National Bureau of Economic Research (NBER), los hijos de inmigrantes tienden a tener mayores tasas de participación en la fuerza laboral y contribuyen al sistema fiscal en mayor proporción que el promedio de la población.

5. La retórica política y la realidad

La propuesta de Trump de eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento refleja un enfoque basado en la retórica de control migratorio, pero no aborda las realidades constitucionales y legales. Incluso en los sectores políticos conservadores, algunos expertos han advertido que esta promesa es difícil de implementar debido a los límites claros establecidos por la Constitución.

  • Opiniones divididas: Mientras que una parte significativa del electorado republicano apoya la idea de limitar la ciudadanía por nacimiento (según encuestas, aproximadamente el 60% de los votantes republicanos están de acuerdo con esta propuesta), también hay quienes consideran que un cambio tan radical sería difícil de justificar legalmente y podría tener repercusiones negativas a largo plazo.

Aunque Donald Trump ha hecho de la eliminación de la ciudadanía por derecho de nacimiento una de sus promesas clave en la campaña de 2024, esta propuesta enfrenta barreras legales y constitucionales significativas. La 14ª Enmienda garantiza la ciudadanía por nacimiento, y cambiar esa disposición requeriría una enmienda constitucional, un proceso extremadamente complicado. Además, los impactos sociales y económicos de eliminar el ius soli podrían ser devastadores, creando una población apátrida y afectando negativamente tanto a las comunidades inmigrantes como a la economía estadounidense.

 

4.      Retórica sobre inmigrantes y drogas:

 

Se ha seguido vinculando a los inmigrantes indocumentados con el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, afirmando que están "trayendo grandes cantidades" de narcóticos a través de la frontera sur. ¡Una acusación grave! Sin embargo, los datos revelan una realidad bastante diferente...

Primero, la mayor parte del fentanilo incautado en la frontera de Estados Unidos entra por puntos de control legales. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), más del 90% del fentanilo se intercepta en puertos de entrada oficiales (¡no a través de cruces ilegales!). Este tráfico ocurre en vehículos comerciales o de pasajeros, y quienes lo transportan, en su mayoría, son ciudadanos estadounidenses. De hecho, un análisis del Cato Institute reveló que el 86% de los arrestados por contrabando de fentanilo en 2021 eran estadounidenses, no inmigrantes indocumentados.

Además, es importante tener en cuenta que las incautaciones de drogas han aumentado significativamente... pero esto se debe al crecimiento de la producción y distribución por parte de los carteles de drogas, no a un supuesto flujo masivo de drogas llevado por migrantes. En el año fiscal 2021, la CBP incautó más de 10,000 libras de fentanilo (¡una cifra récord!), pero la mayor parte fue detectada en cruces legales, donde las agencias fronterizas tienen tecnología avanzada para la detección de narcóticos.

Vincular el tráfico de drogas con la inmigración indocumentada tiene consecuencias graves. Al reforzar esta narrativa, Trump contribuye a un estereotipo falso: ¡los inmigrantes no son los responsables de la crisis de fentanilo! En lugar de centrarse en la verdadera fuente del problema, que es el tráfico organizado y el contrabando en los puntos de entrada legales, esta retórica ha alimentado políticas más restrictivas y ha generado temor público injustificado.

El control del tráfico de drogas ciertamente es una preocupación legítima, pero la solución no reside en atacar a los inmigrantes indocumentados. Diversos informes, incluido uno de la U.S. Government Accountability Office (GAO), han señalado que lo que realmente se necesita es más inversión en tecnología de detección en los puertos de entrada. Aquí es donde se interceptan las drogas, no en los cruces ilegales que involucran a personas que buscan oportunidades o escapan de la violencia.

Además, la idea de que los inmigrantes indocumentados son los responsables del tráfico masivo de drogas está desmentida por estudios que muestran que estos migrantes, en su mayoría, son familias y personas que huyen de crisis humanitarias, no criminales. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha reportado que la mayoría de los migrantes detenidos en la frontera son solicitantes de asilo, no traficantes de drogas.

Finalmente, vincular inmigración y drogas tiene un impacto social devastador. Al criminalizar a los inmigrantes, se perpetúan ideas erróneas que alimentan la xenofobia y el rechazo hacia estas comunidades... Y lo peor: estas políticas no abordan el verdadero problema del narcotráfico, que radica en la cooperación internacional y la implementación de medidas efectivas en los puertos de entrada.

 

5.      "Mito desmentido: Los inmigrantes no son los que más dependen de la ayuda del gobierno, ¡son los que más impulsan la creación de empresas!"

 

Una de las afirmaciones recurrentes en la retórica política es que los inmigrantes "abusan" de los recursos del gobierno, llenando las listas de programas de asistencia social y sobrecargando el sistema. Pero, ¿es esto verdad?... ¡No lo es! Los datos muestran un panorama completamente distinto.

Para empezar, los inmigrantes—especialmente los indocumentados—no tienen acceso a la mayoría de los programas de asistencia pública. Los indocumentados están excluidos de beneficios como Medicaid, Seguro Social, SNAP (cupones de alimentos) y Ayuda para la Vivienda. Solo aquellos con estatus legal, como los residentes permanentes (green card holders), pueden acceder a ciertos programas, ¡y solo después de haber vivido en el país por más de cinco años! Incluso entre los inmigrantes con estatus legal, las tasas de participación en estos programas son mucho más bajas que las de los ciudadanos nacidos en EE. UU. Según un estudio del Cato Institute, las familias inmigrantes reciben 27% menos en beneficios gubernamentales en comparación con las familias nativas... ¿Sorpresa?

Lo que muchos no mencionan es que los inmigrantes son grandes contribuyentes al sistema fiscal de Estados Unidos. Aportan miles de millones en impuestos, incluyendo impuestos sobre la renta, impuestos a la propiedad, y más de 13 mil millones de dólares anuales al Seguro Social—dinero que no pueden reclamar si son indocumentados. Increíble, ¿verdad?

Pero ahí no termina todo… ¡Los inmigrantes son también los motores de la creación de empresas en el país! De hecho, estudios revelan que los inmigrantes tienen el doble de probabilidades de emprender en comparación con los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. Según la Fundación Kauffman, que monitorea las tendencias de emprendimiento, aproximadamente el 25% de todas las nuevas empresas en EE. UU. son fundadas por inmigrantes. ¿Y el impacto económico? ¡Inmenso! Empresas de inmigrantes generan millones de empleos y contribuyen de manera significativa al crecimiento económico del país. Solo en 2020, los inmigrantes crearon más de 5 millones de empleos a través de sus negocios.

Ejemplos icónicos como Google (fundado por Sergey Brin, un inmigrante ruso) o Tesla (Elon Musk, inmigrante de Sudáfrica) son solo la punta del iceberg... Y no olvidemos las pequeñas empresas, desde restaurantes hasta firmas de tecnología, que también son clave para el tejido económico de las comunidades locales.

A pesar de la retórica que los pinta como una carga, los inmigrantes son, de hecho, quienes están revitalizando ciudades enteras, creando empleos y contribuyendo con ideas frescas y soluciones innovadoras... ¡Exactamente lo que ha hecho grande a Estados Unidos durante generaciones!

En resumen: lejos de depender del gobierno, los inmigrantes son una fuerza poderosa de crecimiento económico, emprendedurismo y contribución fiscal. No son los que más piden ayuda, sino quienes ayudan a construir el futuro del país. ¡Qué ironía frente a lo que algunos insisten en proclamar!

By John Sánchez

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